martes, 7 de diciembre de 2010


Los haitianos que viven en aproximadamente 1.300 campamentos establecidos en parques públicos y en franjas de tierra libre, luego que el terremoto destruyera sus hogares, comparten las mismas preocupaciones de Osamas.
A casi 11 meses de que el terremoto destruyera los hogares y negocios de una nación ya empobrecida, los cerca de 1,2 millones de haitianos que quedaron sin hogar tienen dos necesidades básicas: trabajo y vivienda.

La ONG Un techo para mí país quería dar un paso decisivo y brindar viviendas de emergencia a los sobrevivientes del terremoto. La organización, con base en Chile, dijo que enviaría voluntarios a Port-au-Prince para construir, en 10 días de enero, 1.000 nuevas viviendas.
Pero el brote de cólera que se ha cobrado la vida de más de 1.880 personas y ha infectado a cerca de 81 mil personas, según el Ministerio de Salud de Haití, ha modificado los planes de la ONG, declaró Gonzalo Talavera, Sub-director Social de Un techo para mi país.
"La construcción debió ser cancelada debido a la desafortunada situación que está atravesando Haití, por el brote de cólera y la tensión social", señaló. "La fecha inicial era enero, pero ahora es muy pronto para establecer otra fecha".
Un techo para mi país había planeado construir 10 mil viviendas de emergencia en Haití en un período de 4 años, señaló Talavera, las cuales se suman a las 800 unidades construidas hasta el momento.

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